El año pasado, Fernando Laposse ganó los Future Food Design Awards con un proyecto de diseño circular llamado Totomoxtle, el proyecto consiste en convertir los desperdicios de mazorcas de colores del maíz nativo mexicano en un hermoso revestimiento para interiores y muebles. A la vez, su proyecto está creando conciencia sobre la rápida pérdida de las especies originales de maíz en el mundo globalizado de hoy.
Totomoxtle es un nuevo material que aprovecha el brillante espectro de color que se ve en las cáscaras de maíz de la herencia. Desde colores morados profundos hasta colores cremas suaves, Totomoxtle muestra la variedad de especies de maíz nativo que existen en México. Cada cáscara se corta y se despega con cuidado de la mazorca, se plancha y se pega sobre una pasta de papel o un forro de tela. En este punto, el material está listo para ser cortado a mano o con láser en piezas pequeñas que se vuelven a ensamblar para hacer marquetería para muebles o superficies interiores.
Pero este proyecto va mucho más allá de la simple estética. Totomoxtle se enfoca en regenerar las prácticas agrícolas tradicionales en México y en crear una nueva embarcación que genere ingresos para los agricultores empobrecidos, al tiempo que conserva la biodiversidad para la seguridad alimentaria futura.
Desafortunadamente, el número de variedades nativas de maíz mexicano actualmente está disminuyendo debido a factores sociales y económicos y la introducción de granos modificados genéticamente e híbridos. En este momento, la única esperanza para salvar las especies de maíz de la herencia reside en los pueblos indígenas. Continúan sembrándolos porque usan maíz nativo en sus recetas tradicionales y ceremonias religiosas.
Tototmoxtle opera con la asociación con la comunidad de Tonahuixtla, un pequeño pueblo de agricultores y pastores mixtecos en el suroeste de México. Lamentablemente, la llegada de la agricultura industrial al área y la falta de oportunidades de empleo han causado una migración masiva, la erosión de la tierra y la pérdida de semillas nativas.
Fernando Laposse ha estado trabajando con un grupo de familias desde allí desde 2016. Juntos, intentan revertir la situación volviendo a los métodos agrícolas tradicionales que se han utilizado localmente durante siglos.
Textos de Fernando Laposse.
El año pasado, Fernando Laposse ganó los Future Food Design Awards con un proyecto de diseño circular llamado Totomoxtle, el proyecto consiste en convertir los desperdicios de mazorcas de colores del maíz nativo mexicano en un hermoso revestimiento para interiores y muebles. A la vez, su proyecto está creando conciencia sobre la rápida pérdida de las especies originales de maíz en el mundo globalizado de hoy.
Totomoxtle es un nuevo material que aprovecha el brillante espectro de color que se ve en las cáscaras de maíz de la herencia. Desde colores morados profundos hasta colores cremas suaves, Totomoxtle muestra la variedad de especies de maíz nativo que existen en México. Cada cáscara se corta y se despega con cuidado de la mazorca, se plancha y se pega sobre una pasta de papel o un forro de tela. En este punto, el material está listo para ser cortado a mano o con láser en piezas pequeñas que se vuelven a ensamblar para hacer marquetería para muebles o superficies interiores.
Pero este proyecto va mucho más allá de la simple estética. Totomoxtle se enfoca en regenerar las prácticas agrícolas tradicionales en México y en crear una nueva embarcación que genere ingresos para los agricultores empobrecidos, al tiempo que conserva la biodiversidad para la seguridad alimentaria futura.
Desafortunadamente, el número de variedades nativas de maíz mexicano actualmente está disminuyendo debido a factores sociales y económicos y la introducción de granos modificados genéticamente e híbridos. En este momento, la única esperanza para salvar las especies de maíz de la herencia reside en los pueblos indígenas. Continúan sembrándolos porque usan maíz nativo en sus recetas tradicionales y ceremonias religiosas.
Tototmoxtle opera con la asociación con la comunidad de Tonahuixtla, un pequeño pueblo de agricultores y pastores mixtecos en el suroeste de México. Lamentablemente, la llegada de la agricultura industrial al área y la falta de oportunidades de empleo han causado una migración masiva, la erosión de la tierra y la pérdida de semillas nativas.
Fernando Laposse ha estado trabajando con un grupo de familias desde allí desde 2016. Juntos, intentan revertir la situación volviendo a los métodos agrícolas tradicionales que se han utilizado localmente durante siglos.
Textos de Fernando Laposse.